Técnicas para el Sombreado
La forma más simple de sombreado es hacer líneas seguidas juntas usando la
punta del lápiz o inclinándolo para pintar con el costado de la mina de éste.
Es importante hacer todas las líneas en una misma dirección para que el
resultado sea uniforme. La cantidad de sombra varía según la presión del lápiz
y la cercanía entre las líneas.
Otra técnica es el "Cross Hatching," que es un tramado cruzado.
Dibujas una serie de líneas diagonales y luego inclinas el papel y dibujas otra
serie de líneas que las crucen. Se puede obtener una menor o mayor oscuridad
según la separación que le dejes entre las líneas.Otra técnica es el "Circulismo," que consiste en dibujar una serie de
círculos pequeños que se superponen entre sí. No es necesario que los círculos
sean perfectos, solamente hacerlos lo suficientemente pequeños y juntos. La
oscuridad de la sombra depende del tamaño de los círculos que dibujemos asi
como la presión que hagamos con el lápiz. El Circulismo es muy útil para
dibujar la piel de las personas, ya que el acabado es irregular. Para este caso
es bueno hacer los círculos suavemente.
Aquí un ejemplo
El tortillon o difuminador es una herramienta muy sencilla de construir que nos
permitirá suavizar nuestros dibujos fácilmente.
Para hacer nuestro tortillon necesitamos un papel en blanco. Lo enrollamos de manera ligeramente diagonal de modo que sobresalga una punta. Para que no se desarme pegamos con goma o cinta el extremo final. ¡Listo! Para usarlo pintamos primero una superficie con lápiz y luego lo suavizamos con el tortillon.
Cuando quiero obtener tonos suaves pinto con el lápiz en otro papel, suavizo eso con el tortillon y como se queda impregnado el grafito, uso ese remanente en mi dibujo. Es como si el grafito fuese pintura y el tortillon una brocha.
Para hacer nuestro tortillon necesitamos un papel en blanco. Lo enrollamos de manera ligeramente diagonal de modo que sobresalga una punta. Para que no se desarme pegamos con goma o cinta el extremo final. ¡Listo! Para usarlo pintamos primero una superficie con lápiz y luego lo suavizamos con el tortillon.
Cuando quiero obtener tonos suaves pinto con el lápiz en otro papel, suavizo eso con el tortillon y como se queda impregnado el grafito, uso ese remanente en mi dibujo. Es como si el grafito fuese pintura y el tortillon una brocha.