La acuarela
Acuarela, etimológicamente,
deriva del latín "aqua" y el diccionario nos lo define como
"pintura realizada con colores diluidos en agua y que, emplea como
blanc[i]o,
el color del papel" o "colores con los que se realiza la
pintura".
El agua es el medio por el cual se transmite al papel la cualidad y calidad del color de los distintos pigmentos diluidos en este medio, aglutinados con otras sustancias como por ejemplo goma del Senegal, goma arábiga o tragacento, a lo que, los muy puristas, añaden otros componentes como glicerina, miel, hiel de vaca, un agente conservador como puede ser el fenol o el ortofenilfenato de sodio ...
A estas disoluciones se les denomina tintas y los baños con los que bañamos el papel usando el pincel u otro medio, se le llama aguadas.
Los colores de acuarelas se de un compuesto de pigmentos secos, en polvo, mezclados con goma arábiga y solubles en agua. De esa manera se disuelven en el mejor de los casos con agua destilada y se aplican al papel por medio de un pincel.
La característica principal de los trabajos en acuarela es la transparencia que producen estos pigmentos diluidos, lo que hace también que la técnica sea difícil, como difícil resulta la tarea de corregir o disimular algún error que, en el periodo de ejecución se produzca, aunque siempre existe algunas posibilidades que brinda el conocimiento y comportamiento de la acuarela, lo que unos denominan trucos y otros recursos.
Desde finales del siglo XIX, la pintura "a la acuarela" ha gozado de gran popularidad, siendo esta popularidad, la causante de cierto desprestigio ya que, el termino pintar "a la acuarela" se asociaba, automáticamente, a ciertos estratos de la sociedad que gozaba de una posición económica desahogada y que convertía, su afición por la pintura, en un pasatiempo ameno, usando las acuarelas como medio de expresión, ejecutando una y otra vez paisajes bucólicos, delicados, usando y abusando de los tonos pastel. A pesar de todo, los artistas han seguido utilizando la acuarela de forma creativa y aplicándola a los temas más diversos.
El agua es el medio por el cual se transmite al papel la cualidad y calidad del color de los distintos pigmentos diluidos en este medio, aglutinados con otras sustancias como por ejemplo goma del Senegal, goma arábiga o tragacento, a lo que, los muy puristas, añaden otros componentes como glicerina, miel, hiel de vaca, un agente conservador como puede ser el fenol o el ortofenilfenato de sodio ...
A estas disoluciones se les denomina tintas y los baños con los que bañamos el papel usando el pincel u otro medio, se le llama aguadas.
Los colores de acuarelas se de un compuesto de pigmentos secos, en polvo, mezclados con goma arábiga y solubles en agua. De esa manera se disuelven en el mejor de los casos con agua destilada y se aplican al papel por medio de un pincel.
La característica principal de los trabajos en acuarela es la transparencia que producen estos pigmentos diluidos, lo que hace también que la técnica sea difícil, como difícil resulta la tarea de corregir o disimular algún error que, en el periodo de ejecución se produzca, aunque siempre existe algunas posibilidades que brinda el conocimiento y comportamiento de la acuarela, lo que unos denominan trucos y otros recursos.
Desde finales del siglo XIX, la pintura "a la acuarela" ha gozado de gran popularidad, siendo esta popularidad, la causante de cierto desprestigio ya que, el termino pintar "a la acuarela" se asociaba, automáticamente, a ciertos estratos de la sociedad que gozaba de una posición económica desahogada y que convertía, su afición por la pintura, en un pasatiempo ameno, usando las acuarelas como medio de expresión, ejecutando una y otra vez paisajes bucólicos, delicados, usando y abusando de los tonos pastel. A pesar de todo, los artistas han seguido utilizando la acuarela de forma creativa y aplicándola a los temas más diversos.
El agua es la protagonista de la acuarela y la causante de la excepcional transparencia y luminosidad que la caracterizan, imposibles de conseguir casi con ningún otro medio. En su utilización interviene el agua junto a una pequeña cantidad de pigmento que, una vez evaporada el agua, queda depositado en una capa tan diáfana que permite que el color blanco del papel quede a la vista bajo la pintura, proporcionando esta cualidad de transparencia propia de una buena acuarela.
Todavía existen detractores
de la acuarela, que la tachan de ser una técnica de "segunda",
apoyándose en argumentos como la inestabilidad del color.
La transformación que
experimentan las obras ejecutadas con esta técnica es la de presentar un
aspecto muy vivo, cuando están húmedas y apagadas, atenuadas, claras una vez la
obra seca. Esta transformación de aclarado que, evidentemente cambia el aspecto
de la obra final, puede llegar, aproximadamente, a un 50% dependiendo de la
cantidad de color con las que hayas cargado el pincel al ejecutar las aguadas.
Por esto hay que tener en cuenta este proceso, a fin de conseguir el aspecto
final lo más próximo a tu percepción.A pesar de que algunos puristas defienden que existe una forma correcta de pintar con acuarela, sin salirse de las normas establecidas en tiempos pretéritos, en la actualidad, cada vez son más los artistas que, persiguiendo un resultado final, utilizan y mezclan técnicas en la misma obra.
La técnica debe ser
utilizada en beneficio de la obra y por lo tanto, nunca esta deberá ser más
importante que lo que se pinta
En la acuarela cuanto mas
tiempo inviertas en la obra, más probabilidades habrá de que se acabe
sobrecargándose y estropeándose.
[i] BIBLIOGRAFIA:
ACUARELA, Pintar en 30 minutos, Fiona Peart, primera
edición, año 2008, editorial Blume,96 pp.
Técnicas para pintar en acuarela
Acuarela:
Pintar húmedo sobre húmedo
Variaciones
del baño por fusión
Esta práctica tiene que realizarse sobre un color aún húmedo, con el fin de cambiar o variar el tono o color original en aquellas partes que lo requieran. En realidad es una especie de superposición sobre húmedo que ofrece grandes posibilidades para múltiples efectos en paisaje, arquitectura, cielos, ropajes, etc. Una ampliación de este medio técnico es el goteado.
El goteado (2), es una del ampliación o variante del anterior, consiste en aprovechar el momento en que una tinta está aún húmeda para depositar sobre ella una o varias gotas de un pincel bien cargado, con agua pura, con la misma tinta en intensidad diferente, o con otro color y de manera que la gota se funda casual aunque guiándola inclinando el papel hacia uno u otro lado teniendo en cuenta el grado de humedad que en ese momento mantenga el papel. Evidentemente no obtendremos los mismos resultados si el papel esta muy cargado de humedad y el pincel con el que "goteamos" deposita poca cantidad de pigmento o si por el contrario, el papel tiene poca humedad y el pincel lleva una carga considerable. En el primer caso se diluirá con el color de fondo, en el segundo se mezclará con el pero conservando unos bordes radiantes bien definidos.
Un color mezclado con otro por este método y siempre que no se les toque
después, determina una composición desintegrada y desigual, en la que los dos
colores, aunque mezclados, se aprecian distintamente. Es excelente para cielos,
follaje, carnes y en la resolución de nubes, goteando, los colores dorados y
cálidos, en intensidades claras sobre las partes iluminadas, y los fríos y más
intensos en las zonas de sombra.
El color goteado puede modificar cualquier baño y dar calidades más ricas y excelentes efectos de textura. Si se quiere aplicar el goteado sobre un baño ya seco, humedézcase éste con agua limpia que ablande el color aplicado. Cuando el color esté lo suficientemente blando, sin que el papel se halle excesivamente saturado de humedad, es el momento de aplicar las gotas del color.
Transición entre colores (3).
Si queremos pasar de un color a otro de forma gradual, sin que exista una divisoria clara a continuación de haber depositado el primer color en el papel con una cantidad de humedad suficiente, extenderemos la segunda tinta de tal manera que inclinando unos 15º el tablero se vayan mezclando los colores. Una vez obtenida la mezcla en la zona escogida situaremos el tablero nuevamente en la horizontal y seguiremos depositando el segundo color. Por este método se obtienen unas bellas fusiones que resultan útiles y de gran efecto en cielos, reflejos, paisajes, etc
Técnica
de la acuarela secaEsta práctica tiene que realizarse sobre un color aún húmedo, con el fin de cambiar o variar el tono o color original en aquellas partes que lo requieran. En realidad es una especie de superposición sobre húmedo que ofrece grandes posibilidades para múltiples efectos en paisaje, arquitectura, cielos, ropajes, etc. Una ampliación de este medio técnico es el goteado.
El goteado (2), es una del ampliación o variante del anterior, consiste en aprovechar el momento en que una tinta está aún húmeda para depositar sobre ella una o varias gotas de un pincel bien cargado, con agua pura, con la misma tinta en intensidad diferente, o con otro color y de manera que la gota se funda casual aunque guiándola inclinando el papel hacia uno u otro lado teniendo en cuenta el grado de humedad que en ese momento mantenga el papel. Evidentemente no obtendremos los mismos resultados si el papel esta muy cargado de humedad y el pincel con el que "goteamos" deposita poca cantidad de pigmento o si por el contrario, el papel tiene poca humedad y el pincel lleva una carga considerable. En el primer caso se diluirá con el color de fondo, en el segundo se mezclará con el pero conservando unos bordes radiantes bien definidos.
El color goteado puede modificar cualquier baño y dar calidades más ricas y excelentes efectos de textura. Si se quiere aplicar el goteado sobre un baño ya seco, humedézcase éste con agua limpia que ablande el color aplicado. Cuando el color esté lo suficientemente blando, sin que el papel se halle excesivamente saturado de humedad, es el momento de aplicar las gotas del color.
Transición entre colores (3).
Si queremos pasar de un color a otro de forma gradual, sin que exista una divisoria clara a continuación de haber depositado el primer color en el papel con una cantidad de humedad suficiente, extenderemos la segunda tinta de tal manera que inclinando unos 15º el tablero se vayan mezclando los colores. Una vez obtenida la mezcla en la zona escogida situaremos el tablero nuevamente en la horizontal y seguiremos depositando el segundo color. Por este método se obtienen unas bellas fusiones que resultan útiles y de gran efecto en cielos, reflejos, paisajes, etc
Se conoce como acuarela seca
a la técnica de aplicar el color en el papel acuarela totalmente seco, con un
pincel seco y los pigmentos o pinturas casi sin diluir.
El primer paso, en la ejecución de un acuarela, es la de aplicar baños tenues, superponiendo un color sobre otro, cuando esté seca la capa inferior o empleando la técnica de pintar "húmedo sobre húmedo". También se podrían emplear colores intensos y finales.
En la resolución de un tema, normalmente, se emplean ambas técnicas, la acuarela húmeda para cubrir y colorear grandes superficies, segundos planos, cielos, etc., y la segunda para resaltar primeros planos, para añadir detalles finales, sin que se mezclen los colores. También es muy sutil para desdibujar, enmascarar contornos muy definidos, empleando para ello pinceles viejos y deformados.
Las Superposiciones de color.
La aplicación de un color sobre otro ya seco, las superposiciones, tienen una gran importancia en la acuarela. Se considera uno de los procesos necesarios para añadir calidades abstractas al color. El color básico, color general o de fondo, influirá en todos los colores transparentes que le superpongamos.
Por regla general, en las superposiciones, se debe aplicar primero el color más cálido, por ejemplo, para obtener un color anaranjado, pondremos primero el color rojo y, una vez seco, superpondremos el amarillo (observad fig. 1); para el violeta, primero bañaremos con color rojo y después con el azul.
Cuando se actúa al revés, ponemos primero el color frío y a continuación el cálido, el resultado es totalmente diferente. El color frío neutraliza al cálido ensuciándolo.
Cuando un color resulte opaco o apagado y queremos darle luminosidad, se deberá velar con una tinta más luminosa y transparente
El primer paso, en la ejecución de un acuarela, es la de aplicar baños tenues, superponiendo un color sobre otro, cuando esté seca la capa inferior o empleando la técnica de pintar "húmedo sobre húmedo". También se podrían emplear colores intensos y finales.
En la resolución de un tema, normalmente, se emplean ambas técnicas, la acuarela húmeda para cubrir y colorear grandes superficies, segundos planos, cielos, etc., y la segunda para resaltar primeros planos, para añadir detalles finales, sin que se mezclen los colores. También es muy sutil para desdibujar, enmascarar contornos muy definidos, empleando para ello pinceles viejos y deformados.
Las Superposiciones de color.
La aplicación de un color sobre otro ya seco, las superposiciones, tienen una gran importancia en la acuarela. Se considera uno de los procesos necesarios para añadir calidades abstractas al color. El color básico, color general o de fondo, influirá en todos los colores transparentes que le superpongamos.
Por regla general, en las superposiciones, se debe aplicar primero el color más cálido, por ejemplo, para obtener un color anaranjado, pondremos primero el color rojo y, una vez seco, superpondremos el amarillo (observad fig. 1); para el violeta, primero bañaremos con color rojo y después con el azul.
Cuando se actúa al revés, ponemos primero el color frío y a continuación el cálido, el resultado es totalmente diferente. El color frío neutraliza al cálido ensuciándolo.
Cuando un color resulte opaco o apagado y queremos darle luminosidad, se deberá velar con una tinta más luminosa y transparente
Acuarela: Zonas
Cuando nos planteamos una
obra, siempre habrá zonas que deberemos reservar, con el fin de resaltar las
luces en contraste con las zonas de sombra. A estas zonas que
"reservaremos", algunas veces después de haber ejecutado el lavado o
aguada de fondo, que no mancharemos con las aguadas sucesivas que necesite el
motivo que estemos pintando, las protegeremos con ceras o con fluido
enmascarador , que consiste en una solución de látex de caucho que se extiende
sobre la zona que tenemos que reservar.
Hace algunos años, para reservar estos espacios, se aplicaban distintos tipos de ceras mezclados con algunos líquidos, hoy está en desuso porque existen en el mercado productos preparados para su aplicación inmediata y fáciles de retirar una vez concluida la obra. Cuando se aplicaban ceras resultaban algo más complicado el retirarlas.
Los productos de látex que se usan en la actualidad se aplican con un pincel, que posteriormente se limpiará con agua jabonosa y, como hemos dicho, se retiran con suma facilidad usando el dedo arrastrando el látex con suma facilidad.
También podemos optar por un tipo de cinta que se pega al papel con la finalidade de proteger del colorlas superficies que queramos reservar. Se emplean para sacar líneas muy delimitadas y perfiladas.
La foma más purista de reservar una zona, es usando de la técnica y controlando el color y sometiendo a la zona en cuestión a continuas pasadas con el pincel semi seco o la esponja totalmente escurrida, en cuanto algún color de los que estemos usando invada la zona, eliminando, de esta forma, cualquier mancha o coloración del color invasor
Hace algunos años, para reservar estos espacios, se aplicaban distintos tipos de ceras mezclados con algunos líquidos, hoy está en desuso porque existen en el mercado productos preparados para su aplicación inmediata y fáciles de retirar una vez concluida la obra. Cuando se aplicaban ceras resultaban algo más complicado el retirarlas.
Los productos de látex que se usan en la actualidad se aplican con un pincel, que posteriormente se limpiará con agua jabonosa y, como hemos dicho, se retiran con suma facilidad usando el dedo arrastrando el látex con suma facilidad.
También podemos optar por un tipo de cinta que se pega al papel con la finalidade de proteger del colorlas superficies que queramos reservar. Se emplean para sacar líneas muy delimitadas y perfiladas.
La foma más purista de reservar una zona, es usando de la técnica y controlando el color y sometiendo a la zona en cuestión a continuas pasadas con el pincel semi seco o la esponja totalmente escurrida, en cuanto algún color de los que estemos usando invada la zona, eliminando, de esta forma, cualquier mancha o coloración del color invasor
Recursos técnicos, trucos o efectos especiales
Estarcido.
Por este método, podemos crear unas texturas de gran efecto. Utilizando un cepillo de dientes o un pincel corto de pelo duro, cargado de color bastante diluído y le daremos unos golpecitos bruscos consiguiendo unas manchas aleatorias, seguidamente, cargaremos el pincel con distinto color y con menos agua, rascaremos las cerdas del pincel de pal manera que mancharemos encima de las pimeras manchas siendo estás más peuqeñas. Podemos utilizar este recurso tantas veces como convenga hasta que obtengamos el resultado perseguido
Raspar.
Cuando tengamos la pintura todavía húmeda, podemos rascar con un pincel de pelo duro, de los empleados para pintura al óleo, llamados de lengua de gato, levantando o aclarando los colores o sacando luces.
Una vez seca la pintura, utilizaremos una cuchilla de afeitar o una tarjeta de crédito, y con un movimiento enérgico, sobre determinadas zonas, sobre todo en papeles con mucho grano, eliminaremos el color de las partes más salientes del papel, creando unos efectos de luz y textura interesantes.
Cristales o efecto de nieve.
Si queremos dar un efecto de la cristalización del agua o cuando trabajemos en paisajes nevados, usaremos sal mientras los colores todavía se mantengan húmedos sobre el papel. Deberemos calcular el momento que vayamos a depositar los granos de sal que tenga la suficiente humedad aunque no demasiada.
Para conseguir otros efectos similares, haremos unas bolitas de celulosa, y las usaremos de la misma forma que la sal. Otra variante es utilizar unos hilos cuando todavía los colores estén húmedos y dejar que sequen. Una vez seca retiraremos los restos de sal, papel o hilo.
Estampado con cartulina.
Para conseguir líneas rectas, es muy útil una cartulina gruesa lo más rígida posible, y la impregnaremos e una de sus aristas que posteriormente estamparemos sobre elpapel. Se hacen los bordes de los tejados, delimitación de casas, cercas, vallas... etc .
La esponja.
La esponja en acuarela es tan necesaria o más que el pincel. Con ella se pueden realizan baños rápidos y completos. Sobre papel seco con un color no muy diluido podemos realizar texturas interesantes. Si utilizas la esponja como si fuese un sello sucesivamente con dos o tres tintas, podemos conseguir unos matorrales de gran efecto pictórico. Tambien podemos utilizar la esponja sobre el todavía húmedo para sacar o aclarar algunas partes.
Pintar con pulverizador.
Aunque no es muy frecuente, algunos acuarelistas usan un pulverizador para conseguir algunos efectos en cielos y suelos. Con una esponja mojada, humedeceremos el área de cielo que queramos pintar a continuación rociaremos algunos de los bordes de dicha área con un pulverizador. Cuando añadas el color, obtendr&ás algunos bordes muy interesantes que sólo se pueden conseguir mediante el uso del pulverizador.
Modificación de un baño por la goma de borrar. Cualquier tinta, después de que haya secado, puede aclararse frotando con una goma de borrar. Sobre papel de grano y pasando la goma sobre la superficie se pueden obtener efectos granulados y calidades de una especial textura. No se debe borrar cuando el papel esté todavía húmedo o presionar con exceso pues, en este caso, seria fácil llegar hasta el blanco del papel y aún estropear la superficie de éste. Sobre un baño húmedo se puede realizar un rayado con una goma afilada y obtenerse así, una serie de líneas dentadas que son muy distintivas para algún efecto especial. Cualquier baño puede ser modificado, elevándolo o reduciéndolo, antes de que seque; el resultado depende del grado de humedad del baño en el momento de aplicar el levantado.
Exceso de color en el borde.
En algunos planos cuando hay exceso de agua, se deposita en los bordes el exceso de color creando unos bordes duros e inconvenientes que, podemos corregir cuando el papel todavía conserve la humedad con un pincel seco o semi-seco retirando o reduciendo tal exceso. También podemos reducir este exceso de agua con la esponja, con un paño limpio o con papel secante
Por este método, podemos crear unas texturas de gran efecto. Utilizando un cepillo de dientes o un pincel corto de pelo duro, cargado de color bastante diluído y le daremos unos golpecitos bruscos consiguiendo unas manchas aleatorias, seguidamente, cargaremos el pincel con distinto color y con menos agua, rascaremos las cerdas del pincel de pal manera que mancharemos encima de las pimeras manchas siendo estás más peuqeñas. Podemos utilizar este recurso tantas veces como convenga hasta que obtengamos el resultado perseguido
Raspar.
Cuando tengamos la pintura todavía húmeda, podemos rascar con un pincel de pelo duro, de los empleados para pintura al óleo, llamados de lengua de gato, levantando o aclarando los colores o sacando luces.
Una vez seca la pintura, utilizaremos una cuchilla de afeitar o una tarjeta de crédito, y con un movimiento enérgico, sobre determinadas zonas, sobre todo en papeles con mucho grano, eliminaremos el color de las partes más salientes del papel, creando unos efectos de luz y textura interesantes.
Cristales o efecto de nieve.
Si queremos dar un efecto de la cristalización del agua o cuando trabajemos en paisajes nevados, usaremos sal mientras los colores todavía se mantengan húmedos sobre el papel. Deberemos calcular el momento que vayamos a depositar los granos de sal que tenga la suficiente humedad aunque no demasiada.
Para conseguir otros efectos similares, haremos unas bolitas de celulosa, y las usaremos de la misma forma que la sal. Otra variante es utilizar unos hilos cuando todavía los colores estén húmedos y dejar que sequen. Una vez seca retiraremos los restos de sal, papel o hilo.
Estampado con cartulina.
Para conseguir líneas rectas, es muy útil una cartulina gruesa lo más rígida posible, y la impregnaremos e una de sus aristas que posteriormente estamparemos sobre elpapel. Se hacen los bordes de los tejados, delimitación de casas, cercas, vallas... etc .
La esponja.
La esponja en acuarela es tan necesaria o más que el pincel. Con ella se pueden realizan baños rápidos y completos. Sobre papel seco con un color no muy diluido podemos realizar texturas interesantes. Si utilizas la esponja como si fuese un sello sucesivamente con dos o tres tintas, podemos conseguir unos matorrales de gran efecto pictórico. Tambien podemos utilizar la esponja sobre el todavía húmedo para sacar o aclarar algunas partes.
Pintar con pulverizador.
Aunque no es muy frecuente, algunos acuarelistas usan un pulverizador para conseguir algunos efectos en cielos y suelos. Con una esponja mojada, humedeceremos el área de cielo que queramos pintar a continuación rociaremos algunos de los bordes de dicha área con un pulverizador. Cuando añadas el color, obtendr&ás algunos bordes muy interesantes que sólo se pueden conseguir mediante el uso del pulverizador.
Modificación de un baño por la goma de borrar. Cualquier tinta, después de que haya secado, puede aclararse frotando con una goma de borrar. Sobre papel de grano y pasando la goma sobre la superficie se pueden obtener efectos granulados y calidades de una especial textura. No se debe borrar cuando el papel esté todavía húmedo o presionar con exceso pues, en este caso, seria fácil llegar hasta el blanco del papel y aún estropear la superficie de éste. Sobre un baño húmedo se puede realizar un rayado con una goma afilada y obtenerse así, una serie de líneas dentadas que son muy distintivas para algún efecto especial. Cualquier baño puede ser modificado, elevándolo o reduciéndolo, antes de que seque; el resultado depende del grado de humedad del baño en el momento de aplicar el levantado.
Exceso de color en el borde.
En algunos planos cuando hay exceso de agua, se deposita en los bordes el exceso de color creando unos bordes duros e inconvenientes que, podemos corregir cuando el papel todavía conserve la humedad con un pincel seco o semi-seco retirando o reduciendo tal exceso. También podemos reducir este exceso de agua con la esponja, con un paño limpio o con papel secante
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