- Limpieza y preparación del papel:
A continuación, deberemos cortar el papel en trozos. No es necesario que sean trozos demasiado pequeño, pero desde luego, no es posible poner las hojas enteras :)
Estos trozos de papel, deberán ponerse en remojo en un recipiente no muy grande durante 30 a 45 minutos.
- Preparación de la pulpa:
La forma más sencilla de realizar esta mezcla es mediante el uso de una licuadora. Se coloca toda la mezcla en la misma, hasta que esté medio llena y se pone agua tibia. Se inicia la mezcla con poca velocidad, aumentándola progresivamente hasta que no queden escamas de papel.
- Preparación de la pasta de papel:
Después, añadir la pulpa realizada en el proceso anterior y remover para unificar la mezcla.
La mayor o menor cantidad de pulpa, determinará el grosor del papel, esto se puede conseguir poniendo menos agua en la mezcla.
Si queremos conseguir un papel uniforme y fino, deberemos retirar de la mezcla los grumos gruesos que observemos en la mezcla.
- Extrayendo nuestra primera hora de papel:
Lentamente, levante la pantalla hasta que esté por encima del agua y espere hasta que la mayor parte del agua se haya escurrido. Podrá ver entonces, como “nace” su hoja de papel :)
El siguiente paso será retirar el exceso de agua de la hoja. Para ello, ponga un trozo de tela o fieltro contra el papel y presione ligeramente para exprimir y eliminar el agua sobrante. (Puede usar también una esponja por la otra cara para ayudar a retirar esta agua).
Una vez que la hoja está un poco más seca, ya podemos levantarlo de la pantalla. Levante con cuidado el fieltro, nuestra hoja de papel debería levantarse con el fieltro también. (Si el papel permanece en la pantalla, es posible que se haya sacado demasiado rápido o no se haya presionado lo suficiente al retirar el agua).
- Secando nuestra hoja de papel: